martes, 8 de abril de 2008

PROGRAMA DE MÉTODOS CUANTITATIVOS SEXTO SEMESTRE

PROGRAMA DE MÉTODOS Y TÉCNICAS CUANTITATIVAS
SEXTO SEMESTRE
Unidad Temática 1: Índices de precios e inflación

1.1. Números índices
1.2. Los índices de precios
1.3. La tasa de inflación
1.4. Precios reales y precios nominales
Unidad Temática 2: Hipótesis e indicadores estadísticos.
2.1. Tipos de hipótesis
2.2. Qué es una muestra y como se construye
2.3. Muestreo probabilístico y no probabilístico
2.4. Variables y datos en estadística: variables cuantitativas: discretas y continuas; variables cualitativas o atributos: ordinales y nominales; otras clasificaciones de variables: unidimensionales. Bidimensionales, multidimensionales; escala de medición de variables
2.5. Organización de los datos
Unidad Temática 3: Proyectos sociales e indicadores
3.1. Definición de proyectos sociales
3.2. El ciclo de los proyectos sociales
3.3. La evaluación de proyectos e indicadores
3.4. Formulación de problemas y formulación de objetivos en proyectos sociales
3.5. Línea de base, monitoreo y evaluación de impactos o resultados
Unidad Temática 4: Introducción a la sociometría.
4.1. Concepto de Sociometría
4.2. El test sociométrico
4.3. Los indicadores sociométricos.
4.4. Los sociogramas.
REFERENCIAS BIBIOGRÁFICAS

NÚÑEZ DEL PRADO, Arturo. Estadística básica para planificación. Ed. Siglo XXI
RUSSELL, Bertrand. El conocimiento humano. Ed. Taurus. 1977 (Parte V, capítulos I Y II)
BARRANCO SAIZ, Francisco Javier. Marketing político. Ed. Pirámide. Madrid. 2003 GARCÍA
FRONTI, Verónica. Proyectos. Nociones Básicas. Omicrom System S.A., 2003. ARRUGA i
VALERI, Artur. Introducción al test sociométrico. Ed. Herder. Barcelona, 1979. VELASCO, Marco. Manuel de formulación, evaluación y seguimiento de Proyectos de Desarrollo Humano
Sustentable. Ed. Municipio de Quito, 2003. YAMANE, Taro. Estadística. Ed. Harla. México 1973
Enciclopedia Multimedia Interactiva y Biblioteca Virtual de las Ciencias Sociales, Económicas y Jurídicas, EMVI. Manual Básic. http://www.eumed.net/cursecon/index.htm
EL PROFESOR
Marco Velasco
Magíster en Ciencias Sociales.

PROGRAMA DE ECONOMÍA II SEMESTRE


PROGRAMA DE ECONOMÍA
SEGUNDO SEMESTRE
Unidad Temática 1: Economía y desarrollo

1.1. Ética y Economía. Desarrollo vs. crecimiento económicos
1.2. Los enfoques del desarrollo: evolucionismo, historicismo, estructuralismo.
1.3. El rol de las inversiones en el crecimiento y el desarrollo
1.4. El rol de estado en el desarrollo
1.5. Como medir el desarrollo: concepto e índice de Desarrollo Humano del PNUD
1.6. Pobreza e indicadores de pobreza.
1.7. El concepto de igualdad en economía.

Unidad Temática 2: El dinero

2.1. Historia del dinero
2.2. Las funciones del dinero
2.3. Las formas del dinero.
2.4. El sistema del patrón oro
2.5. Estabilidad de precios y dolarización
2.6. Factores determinantes de la evolución de los precios
2.7. Inflación, hiperinflación e índice de precios
2.8. Dinero y tipos de interés

Unidad Temática 3: Globalización y comercio internacional

3.1. El concepto de globalización
3.2. Enfoques y dimensiones de la globalización
3.3. Qué es y porque existe el comercio internacional
3.4. Ventajas comparativas y ventajas competitivas
3.5. Los mercados de divisas
3.6. El sistema financiero internacional: Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial

Referencias Bibliográficas

SAVATER, Fernando. Ética para Amador. Ed. Planeta. Colombia, 1999.
SAVATER, Fernando. El valor de elegir. Ed. Ariel. Colombia. 2003
CASTELLS, Manuel. La teoría marxista de las crisis económicas y las transformaciones del capitalismo. Ed. Siglo XXI. México 1978.
ROBINSON, Joan. Introducción a la economía marxista. Ed. Siglo XXI. México 1978.
OPPENHEIMER, Andrés. Cuentos Chinos. Ed. Sudamericana. Buenos Aires 2005.
PASCHOAL ROSSETTI, José. Introducción a la Economía. Enfoque latinoamericano. Ed. Harla, México. 1993
PNUD. Informes de Desarrollo Humano.
Enciclopedia Multimedia Interactiva y Biblioteca Virtual de las Ciencias Sociales, Económicas y Jurídicas, EMVI. Manual Básic. http://www.eumed.net/cursecon/index.htm

EL PROFESOR

Marco Velasco
Magíster en Ciencias Sociales.

domingo, 9 de marzo de 2008

La estrategia latinoamericana según Cardoso


Por Mariano Grondona


Invitado por la filial argentina de un importante banco brasileño, Fernando Henrique Cardoso pasó por Buenos Aires esta semana para dar una conferencia sobre "América latina y la globalización". La exposición de Cardoso suscitó gran interés no sólo porque fue por ocho años presidente de Brasil, sino también porque, como ministro de Economía de su antecesor, Itamar Franco, había derrotado a la hiperinflación y porque, al limitar su ambición a dos períodos presidenciales consecutivos, una restricción que reiterará su sucesor Lula da Silva, puso a Brasil en un sendero institucional, alejándolo de esa vieja tentación latinoamericana y argentina de las reelecciones indefinidas.


Pero la presentación de Cardoso encerraba un interés adicional de alcance intelectual. Junto con el argentino Raúl Prebisch, en efecto, el joven Fernando Henrique había sido el principal elaborador de una teoría del desarrollo según la cual los países latinoamericanos estaban condenados a ocupar sólo la "periferia" económica del mundo en su carácter de meros proveedores de alimentos y materias primas que cambiaban en términos cada vez más desfavorables por los bienes manufacturados de los países "centrales".


Junto con los estudios de Prebisch en la Cepal, un libro capital que publicó Cardoso en 1971 con otro argentino, Enzo Faletto, con el título Dependencia y desarrollo en América latina , consagró en nuestra región una visión según la cual, mediante el mecanismo que Prebisch había llamado "el deterioro de los términos del intercambio", América latina parecía destinada a intercambiar cada vez más toneladas de alimentos y materias primas por cada vez menos toneladas de los bienes manufacturados que le exportaban los países centrales.


Influidos por esta teoría, los gobiernos latinoamericanos se encerraron detrás de barreras proteccionistas para evitar esta forma de explotación "imperialista", dedicándose de México a Buenos Aires a "sustituir" las importaciones que les venían de Europa y los Estados Unidos por una producción propia no competitiva.


A resultas de este enfoque también llamado dependencista , los latinoamericanos quedamos al margen de lo que demostró ser el verdadero motor del desarrollo en las décadas de la posguerra para otros países como los del sudeste asiático, que se dedicaron, al contrario, a penetrar los mercados de los países centrales y lograron por esta vía una tasa inigualada de crecimiento sostenido. Claro, los coreanos y los taiwaneses lograron este éxito extraordinario que hoy imitan China y la India de puro ignorantes que eran: no habían leído ni a Prebisch ni a Cardoso.


La globalización


Frente a un mundo que cambia vertiginosamente bajo el signo de la globalización, ¿qué nos diría esta vez Cardoso? ¿Qué nos aconsejaría ahora este intelectual de izquierda de los años setenta y este presidente de centroderecha de los años noventa?


La curiosidad de su audiencia en Buenos Aires tuvo una respuesta porque, al analizar la situación de América latina frente a la globalización, Cardoso buscó una diagonal. No adhirió a la actitud de otros presidentes como el ecuatoriano Correa, el boliviano Morales, el nicaragüense Ortega y los cubanos Castro, que siguen denunciando al imperialismo norteamericano, que nos estaría explotando de nuevo mediante la globalización, detrás de las huellas de su nuevo líder y financista, Hugo Chávez, pero Cardoso tampoco espera, quizá como Uribe, que los norteamericanos nos mimen y nos quieran.


En su conferencia, Cardoso no describió la globalización como una maldición ni como una bendición sino, más bien, como una oportunidad. Lo mismo habían hecho en las décadas de posguerra los asiáticos frente a la explosión del comercio internacional, ya que no decidieron maldecirla ni alabarla, sino, simplemente, aprovecharla.


Y esto es lo que ahora nos aconseja Cardoso a los latinoamericanos: que no rechacemos de plano la globalización ni nos metamos tampoco en ella a tontas y a locas, sino que diseñemos frente a ella una inteligente estrategia de aprovechamiento, inclinando de este modo la balanza en favor de lo que no supimos hacer hace 30 años: dejar de lado la corta bandera del crecimiento que ahora nos encanta gracias al encarecimiento de los alimentos y las materias primas que exportamos; colocar en su lugar una verdadera estrategia de desarrollo , esto es, de un crecimiento que no se estire sólo por años sino por décadas, que nos ubique en un nivel españo l en el curso de una generación.


Precisiones


El conferencista no se limitó a señalar de este modo una vía posible para el desarrollo latinoamericano. Agregó, además, que algunos países de nuestra región ya la están recorriendo. Dio en este sentido tres ejemplos concretos: Brasil, Chile y México. Cardoso vino a clasificar así a los gobiernos latinoamericanos en dos grupos bien definidos. De un lado están aquellos como los mencionados, además de Perú, Uruguay y varios gobiernos centroamericanos, que ya han empezado a recorrer la senda de los países asiáticos. Del otro lado están los gobiernos más o menos "chavistas", que insisten en anacrónicas demagogias de corto plazo, explotando irresponsablemente el poderoso sentimiento antinorteamericano que anida en la región. Si siguen como van, los países del primer grupo conocerán el desarrollo. Si siguen como van, los países del segundo grupo terminarán en una nueva frustración. A la vista de la peligrosa inclinación de los Kirchner por el grandilocuente Chávez, la clasificación de Cardoso debiera preocupar a los argentinos.


Al hablar de Chile, por otra parte, Cardoso hizo notar que el intenso desarrollo que está logrando el país trasandino no incluye una inclinación "industrialista". Esto excluye nuestra anacrónica división entre el campo y la industria, cuando lo nuestro debiera ser una renovada definición agroindustrial que explote en ambos sentidos, en forma complementaria, nuestro incomparable potencial.


Cuando estuvo en la Argentina en los tiempos en que Menem pretendía la famosa "re-reelección", el entonces presidente Cardoso lanzó un pronunciamiento de naturaleza política al advertir que "tres períodos consecutivos es monarquía". Esta vez reafirmó con énfasis aquella frase. Sea bajo la forma de una prohibición absoluta de toda reelección como la que tiene México, sea al otorgar sólo dos presidencias consecutivas como lo hace Brasil, el mensaje político de Cardoso es que el viaje del crecimiento al desarrollo sólo puede lograrse cuando diferentes presidentes, cada uno limitado en su reelección, se suceden unos a otros en pos de una única política de Estado. Es lo que hacen, cada uno a su manera, Brasil, Chile y México. Es lo que sigue sin definir la Argentina, que según el conferencista no debiera eludir esta restricción "mediante conexiones familiares".


Después de esta conferencia, el modelo del desarrollo político y económico latinoamericano ha quedado a la vista. Si la Argentina termina por seguirlo, también realizará su propio "milagro asiático". Si termina por mimetizarse en cambio con Chávez y sus seguidores, quedará sentada junto a ellos en el andén de la historia.

viernes, 15 de febrero de 2008

INAMOVIBLES (Texto para comentarios y debates)


"Un comunista tiene claro quiénes son los buenos y quiénes son los malos en este mundo. Un comunista, por sobre todo, es inclaudicable y sus principios son inamovibles. No importa qué evidencia se le muestre, no importa qué hechos se eleven ante él, se mantendrá imperturbable, religiosamente seguro de que la realidad pertenece al mundo de las apariencias, y que en el fondo, en el plano de las esencias, más allá de toda discusión posible, hay una verdad fundamental que él conoce. Todos los puntos de vista que se opongan a esa verdad son farsas, productos de una gran conspiración destinada a asegurar el orden social por cualquier medio".

Santiago Roncagliolo ( "La Cuarta Espada, la historia de Abimael Guzmán y Sendero Luminoso")

Uf...

“No cambiar de idea cuando los hechos evidencian tu error podría ser consecuencia de la tozudez, el orgullo, la incapacidad de autocrítica, la inflexibilidad. Pero en el mundo ideológico a eso se le ha venido llamando coherencia. Te hace coherente encastillarte en tus trece a pesar de que los hechos te demuestren que determinada dictadura que defendías en tu más tierna juventud se ha cobrado presos políticos y ha generado un desastre social. Coherencia. Hay críticos que jamás admitirán que fueron injustos con tal autor o que ensalzaron a otro por miedo a salirse de lo que mandaban las tendencias del momento. Como son mundos muy infectados por las ideas abstractas, el "coherente" convierte sus errores en una prueba más de autenticidad. No cambies, te dice un admirador. Y lo que podría ser un gesto cariñoso se convierte de pronto en una maldición: si cambias perderás mi admiración y te verás sola. Por fortuna, el universo de la ciencia está dando una lección ética al de las humanidades despegándose de las presiones ideológicas para contar sólo aquello que los ojos ven.

La revista Edge ha preguntado a ciento veintiún científicos en qué cambiaron de opinión en 2007. Las respuestas son extraordinarias y de lo más diversas. Desde la bióloga que admite unas diferencias entre el cerebro masculino y femenino que antes sus prejuicios le impedían admitir hasta el neurólogo que expone cómo ha cambiado su idea del almacenamiento de la memoria o el antropólogo que confiesa haber aceptado, como parte de la cultura inca, el sacrificio ritual de niños. Todos ellos se han desprendido de algo, de años de trabajo, de prejuicios. El cambio les granjeará admiradores pero también furiosos enemigos. Someterse a esta pregunta pone a prueba la flexibilidad de nuestro cerebro: ¿en qué cambié en 2007?, que es como decir, ¿en qué estaba equivocada? Uf...”

(Articulo de Elvira Lindo. Tomado del El País, Madrid, españa)

martes, 18 de diciembre de 2007

LAS DESIGUALDADES (Texto para comentarios y debates)

LAS DESIGUALDADES

Por: Carlos Alberto Montaner

Desde hace siglos la Iglesia Católica le tiene declarada la guerra a las desigualdades. En América Latina esa batalla es especialmente intensa. En Costa Rica, los obispos y unos cuantos sacerdotes estuvieron a punto de hacer fracasar el referéndum que discutía el Tratado de Libre Comercio con EE.UU. El argumento más utilizado era que esos acuerdos beneficiaban a los ricos en detrimento de los pobres. Si se firmaban, alegaban, aumentarían las diferencias entre los afortunados y los desposeídos. No era verdad, pero mucha gente lo creyó.

Quien más ha hecho para establecer una rigurosa medición de la desigualdad es un matemático y estadístico italiano llamado Corrado Gini, muerto en 1965. En 1921 Gini -un connotado fascista- publicó un breve artículo de apenas tres páginas sobre la desigualdad de los ingresos en las naciones y estableció una metodología para ponderar las diferencias. Construyó un índice en el que 0 sería la absoluta igualdad (todas las personas tenían el mismo ingreso), y 1 la absoluta desigualdad (una sola persona acaparaba todos los ingresos). Su índice, aplicado en nuestros días, demuestra que las sociedades escandinavas, absolutamente dominadas por los sectores sociales medios, están situadas entre 0,2 y 0,3 y son las menos desiguales del planeta, mientras las latinoamericanas y africanas, caen, casi todas, entre 0,5 y 0,7. Son las más injustas.

¿Por qué los latinoamericanos, después de 100 revoluciones, mantienen esos niveles de desigualdad? La Iglesia piensa que el fenómeno es producto de la injusta distribución de la riqueza, pero no es verdad. La desigualdad de ingresos es la consecuencia de las diferencias en educación, procedencia (urbana, rural), la estructura familiar y la debilidad del tejido productivo en donde las personas devengan un salario.

Sencillamente, las sociedades menos desiguales son aquellas en las que los trabajadores reciben altos salarios porque producen bienes o servicios valiosos. Un obrero de Volvo puede percibir USD 30 por hora trabajada porque construye unos autos que tienen un alto precio en el mercado. Gana mucho porque produce mucho, no porque los suecos sean más justos. En cambio, no hay manera de que un campesino haitiano reciba un salario decente por cortar caña con un machete.

¿Cómo se construye una sociedad menos desigual? Obviamente, por el mismo procedimiento que se construye una sociedad desarrollada. En el terreno interno, con educación, honradez administrativa, políticas públicas adecuadas, meritocracia, paz social, trabajo fuerte, acatamiento de la Ley, un buen sistema judicial, respeto a la propiedad y estímulo al ahorro. Donde no existe la menor posibilidad de mitigar las desigualdades es con la receta que propone la Iglesia: colocar el acento en el asistencialismo y redistribuir la riqueza creada entre los necesitados.

No hay ningún país que haya dado el salto a la modernidad y al desarrollo tomando ese camino. Es asombroso que, tras 2 000 años de existencia, una institución tan sabia y tan bien intencionada no acabe de aprender la lección.

domingo, 18 de noviembre de 2007

ENFOQUES DE LA POBREZA (Texto lectura obligatoria. Economía. 1er Semestre)


Por: Marco Velasco

Sin duda que la pobreza es quizá el principal obstáculo o problema a superar para salir del subdesarrollo y lograr prosperidad en democracia. Del modo como se enfoque y como se enfrente este problema va a depender el que logremos o no alcanzar los niveles de desarrollo necesarios para garantizar tanto una situación de bienestar compatible con la dignidad humana, como el ejercicio del derecho a la felicidad por parte de todos los habitantes del país.

Las políticas sociales compensatorias, como el “bono de la pobreza” resultan, siempre, tan insuficientes como insostenibles, aparte de que fomentan el clientelismo al que son propensos los políticos en el poder. “¿Quién producirá y mantendrá un crecimiento suficiente para que, en el caso de Brasil, 50 millones de pobres puedan dejar de serlo en virtud de haber sido “adoptados” por el Estado?” Se preguntan los críticos de las políticas sociales compensatorias.

El enfoque de la izquierda.

La izquierda pensante y democrática entiende a la pobreza, principalmente como la privación de bienes y servicios, de capacidades y de derechos resultante de una lógica de exclusión sistémica.

Se entiende como exclusión sistémica al efecto (exclusión de ciertos grupos sociales en función de su origen étnico, de su género, de su edad, de su localización territorial u otras) resultante de la lógica, estructura y funcionamiento de un determinado tipo de organización o sistema económico-social.

El supuesto básico de este enfoque es la existencia de correlación positiva entre exclusión social (variable explicativa) y pobreza (variable explicada). En otros términos se supone que la pobreza es, ante todo, un efecto inevitable del funcionamiento del sistema establecido.

“La causa principal de la violencia urbana no es la pobreza si no la desigualdad social. La desigualdad con pobreza genera por una parte “grupos vulnerables” y por otra “grupos amenazados”, sostenía Gilberto Gil, en su discurso de toma de posesión como Ministro de Cultura de Brasil.[1]

Si se enfatiza o se atribuye mayor peso específico al enfoque de la pobreza como resultado de una lógica de exclusión sistémica, los programas e iniciativas estatales orientados a combatirla, tienen, por lo general, las siguientes características:

a) Atribuyen a la participación de los grupos sociales excluidos y en situación de pobreza, funciones cruciales en el diseño, ejecución y evaluación de los programas y proyectos, con lo que, simultáneamente, se estaría luchando contra la exclusión.

b) Consideran que las políticas y programas sociales desarrollados por el sector público, son indispensables para compensar las distorsiones y desequilibrios consustanciales al sistema socio-económico cuyo funcionamiento genera y mantiene en la pobreza a amplios sectores de la población.

c) Desarrollan políticas y programas orientados, principalmente, a la inclusión social. “Las políticas inclusivas están hoy a la orden del día. Tanto es así que en el marco, o siguiendo la estela, del Foro de Porto Alegre se ha creado un movimiento de “Autoridades locales por la inclusión social”, bajo el argumento consistentemente formulado de que las distintas formas de “exclusión”, (territorial, social, cultural, de género o de edad, de orientación sexual o religiosa, de drogodependientes) favorecen tanto la injusta criminalización colectiva como el miedo difuso del conjunto, es decir generan violencia o crispación en ambas direcciones.”[2]

d) Sostienen que los pobres son sujetos de derechos (alimentación, educación, salud, vivienda, empleo, participación y otros) que el Estado está en la obligación de garantizar.

El enfoque de la derecha.

La derecha pensante y democrática –que también la hay- entiende a la pobreza, principalmente, como resultado de una situación de escaso desarrollo económico.

Este enfoque privilegia o atribuye mayor importancia al desarrollo o, si se quiere, al crecimiento económico, a una alta o baja tasa de inversión, como variable explicativa de la pobreza o de la superación de esta última, los programas e iniciativas inspirados en este enfoque, se caracterizan, en cambio por lo siguiente:

a) Conciben al sector público como facilitador y hasta como promotor del desarrollo económico y de la localización de inversiones.

b) Consideran indispensable el diálogo y la concertación de esfuerzos de los sectores público y privado.

c) Sostienen que promover la competitividad es un rol que corresponde también al Estado. Es un reto, que en condiciones de la globalización e internacionalización de la economía, los estados deben asumir.

Esta última caracterísitica permite superar la visión unilateral del crecimiento económico como único prerrequisito para la superación de la pobreza, puesto que el concepto de competitividad supone una visión multidimensional del desarrollo. Con frecuencia aparecen aquí los conceptos de capital social y capital humano (el software del desarrollo) como factores cruciales, o al menos de similar importancia a la del capital físico o financiero.

Se concibe al desarrollo como una ecuación compleja, como un movimiento sinérgico y e inevitablemente social.

Se sostiene que “... la pobreza no es un problema puramente económico, de falta de crecimiento, ni es un problema de falta de oferta eficiente y suficiente de servicios estatales. La pobreza, en sintonía con lo que nos dijo Amartya Sen, es una falta de capacidad de desarrollar potencialidades y, podríamos agregar, de aprovechar oportunidades.”[3] Y se critica fuertemente a las concepciones que centran sus esfuerzos en las políticas sociales compensatorias “¿Quién producirá y mantendrá un crecimiento suficiente para que, en el caso de Brasil, 50 millones de pobres puedan dejar de serlo en virtud de haber sido “adoptados” por el Estado? Se preguntan los críticos de las políticas sociales compensatorias.

Para el caso del Ecuador cabría preguntarse sobre la sostenibilidad financiera del bono de desarrollo humano y de los diversos subsidios no debidamente focalizados.

El enfoque asistencialista de la pobreza.

La pobreza como un estado de carencias e insatisfacción de necesidades básicas es el que, tradicionalmente, ha orientado la formulación y ejecución de políticas públicas cuyo propósito es atenuar sus efectos más críticos.

Es decir la pobreza como un hecho de la realidad que el sector público debe asumir por razones morales. Esta es la concepción de pobreza que se maneja con mayor frecuencia para la formulación de políticas y programas gubernamentales, de corte asistencial, orientados a combatirla y se expresa en esfuerzos de provisión gratuita de bienes y servicios a los sectores y áreas de la población con mayores carencias. Podrían incluirse aquí las situaciones de emergencia social que los diversos organismos públicos, locales y nacionales, tradicionalmente atienden.

La necesidad de un enfoque integral.

Evidentemente que los enfoques de la pobreza, aquí brevemente descritos, no son excluyentes y pueden, perfectamente, ser complementarios.

Sin embargo un enfoque integral para combatir la pobreza requiere una concepción integral del desarrollo.

Es posible y necesario utilizar como referente conceptual en la formulación de políticas y programas locales para combatir la pobreza, la concepción del Desarrollo Humano creada por el PNUD, que define a este último como el “... incremento de las capacidades y opciones de las personas, a través de la formación de capital social, como medio para lograr equidad y lograr la satisfacción de las necesidades de las actuales generaciones sin comprometer a las futuras”[4]

Concepción que además tiene la ventaja de que es operativa, dicho de otra manera, tiene la ventaja de que puede medirse a través del Índice de Desarrollo Humano (IDH) que, inicialmente, era igual a la sumatoria no ponderada de tres indicadores: esperanza de vida, escolaridad e ingreso real y que es susceptible de incorporar otras variables o indicadores que se consideren significativos para el desarrollo humano, tal como ha sido definido. De hecho ya se han incorporado al IDH indicadores del grado de libertad humana, de la equidad de género y de la sustentabilidad ambiental.


[1] Citado por Jordi Borja en “Seguridad ciudadana: un desafío para las políticas locales” artículo publicado en el Magazín Gobernanza y Seguridad Sostenible en www.iigov.org

[2] Ibíd.

[3] DE FRANCO, Augusto. “Pobreza y desarrollo local” Colección de Documentos. Publicación editada por el Instituto Internacional de Gobernabilidad, en el marco del Proyecto LAGNIKS (Red y Sistema latinoamericanos de Información y Conocimiento sobre Gobernabilidad y Desarrollo Humano), con el patrocinio del PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y la Generalitat de Catalunya (Gobierno Autónomo Catalán). www.iigov.org[4] PNUD. Desarrollo Humano. Informe 1992. Tercer Mundo Editores. Bogotá, Colombia. 1992.

domingo, 11 de noviembre de 2007

¿CÓMO SE HACE UNA HIPÓTESIS? (Texto lectura obligatoria. Métodos. 5to Semestre)

¿CÓMO SE HACE UNA HIPÓTESIS?

Por: Hugo Müler.

Cuando se emprende una investigación científica, al postular o formular una hipótesis conviene remitirse al sentido original y común de la palabra, entendida como suposición o conjetura provisional acerca de algún fenómeno u objeto de estudio, y que tiene como función principal delimitar el problema a investigar, teniendo en cuenta algunas variables que naturalmente refieren a las características propias del fenómeno investigado.

Desde una perspectiva etimológica, el término hipótesis deriva del griego, upo, que significa 'lo que se pone a la base de algo', lo cual remite a la idea de apoyo de algo, en el mismo sentido del término latino suppositio, suposición. Esta definición permite un primer acercamiento intuitivo al concepto de hipótesis y su utilización en el campo científico. Por lo general, se formula una hipótesis como una forma de predicción que describe de un modo concreto lo que se espera sucederá con determinado objeto de estudio si se cumplen ciertas condiciones (por ejemplo, al lanzar un plan piloto escolar que incorpora nuevos métodos didácticos).

Es a Galileo Galilei a quien se le adjudica la creación del método experimental hipotético-deductivo, del cual deriva el empleo consciente de las hipótesis y su inserción orgánica y funcional en el método científico. En la lectura de Dialogo sopra i due massimi sistemi del mondo (1632) y Discorsi et dimostrazioni matematiche intorno a due nuove scienze se plantean los pasos a seguir en el desarrollo de una investigación científica, que en síntesis son los siguientes:

1) Se determinan los datos de observación.
2) El investigador concibe una hipótesis explicativa de los datos observados.
3) El investigador desarrolla algunas consecuencias o efectos concretos que derivan de la hipótesis formulada.
4) Trata de averiguar experimentalmente si estas consecuencias que ha inferido responden a hechos reales.

Formulación de hipótesis

En la formulación de la hipótesis se deben emplear términos claros y concretos, de modo que puedan ser definidos de modo operacional, a los fines de que otros investigadores puedan refutar o corroborar la investigación realizada. Por lo tanto, toda hipótesis, en el campo de la investigación científica, debe estar sujeta a referencias y a una contrastación empírica. Por otra parte, deben ser objetivas y no se pueden incluir en ellas juicios de valor, del tipo que tal elemento o condición es "mejor o peor" que otro, sino simplemente plantearse tal como el investigador objetivamente postula que el fenómeno estudiado sucede en la realidad.

Otro punto importante en la formulación de la hipótesis es la especificidad, de tal modo que se determinen los indicadores a emplear para medir las variables estudiadas. Asimismo, la hipótesis debe ser afín con los recursos y las técnicas de investigación disponibles, puesto que de su alcance y limitaciones dependerá la comprobación de la misma, y a la vez, debe sostenerse a partir del marco teórico empleado en la investigación, el cual brinda un soporte también para el análisis una vez que se inicie el proceso de contrastarla con los datos derivados de la metodología empleada para su contrastación. Es así que la hipótesis debe ayudar a la explicación de los fenómenos estudiados a partir de las relaciones que establece entre variables.

Tipos generales de hipótesis:

Hipótesis nula: La hipótesis nula se utiliza en toda investigación en que se estudian las características de dos o más grupos, siendo aquella que establece que no existen diferencias significativas entre los grupos. Por ejemplo, un investigador se propone verificar una hipótesis, la cual sostiene que la práctica de ajedrez mejora el rendimiento escolar de los alumnos de escuela primaria. Para ello, divide al azar una muestra de niños en dos grupos: uno que denominará experimental, el cual recibirá clases intensivas de ajedrez durante un mes, y otro que se llamará grupo control, que no recibirá clases del "juego ciencia". En este caso, la hipótesis nula será aquella que postula que no habrá diferencias en el rendimiento escolar entre el grupo que recibió las clases y el que no la recibió.

La importancia de la hipótesis nula radica en que es de directa comprobación, o sea, se acepta o se rechaza según el resultado de la prueba realizada, además de contribuir a determinar las diferencias entre los grupos sometidos a prueba (el experimental y el de control), y si dichas diferencias son significativas.

Hipótesis conceptual: Es la hipótesis que se formula en base al marco teórico aplicable al problema de investigación, y debe explicar desde alguna perspectiva el fenómeno estudiado.

Este tipo de hipótesis orienta la investigación focalizando el problema como base para la búsqueda de datos que la corroboren o refuten, y debe ser acorde con los objetivos propuestos.

Se puede enunciar como relación causal o determinante derivada del planteamiento del problema, e implicar variables comprendidas en el marco teórico.

Hipótesis de trabajo: Es la hipótesis que responde a las inferencias o creencias del investigador, es decir, aquella que utilizará para dar una explicación al fenómeno investigado, y que de algún modo se contrapone a la hipótesis nula. En otros términos, la hipótesis de trabajo es operacional, ya que muestra cuantitativamente lo planteado en la hipótesis conceptual.

Hipótesis alternativa: En toda investigación científica resulta más que conveniente proponer una hipótesis alternativa en la cual se incluyan variables independientes distintas de las que aparecen en la hipótesis de trabajo. De este modo se podrá contar con respuestas alternativas al problema de investigación, que tomen en cuenta otras variables y condicionamientos que también deberían estar sujetos a una comprobación.

Hipótesis estadística: En el campo de la utilización y aprovechamiento de la estadística, las decisiones se toman siempre sobre determinadas hipótesis. La eficiencia de las campañas publicitarias o de los proceso de producción se fundan en criterios numéricos, y tales hipótesis se expresan en función de parámetros estadísticos. En el análisis de todo problema de investigación, la contrastación de una hipótesis dada se realiza aceptando o negando una alternativa lógica. Cuando se estudian fenómenos que obedecen a leyes estadísticas se busca establecer relaciones numéricas bastante regulares, siendo más significativa esta regularidad cuando mayor es el número de fenómenos o la población (el alcance de su carácter cuantitativo), perdiendo validez el criterio estadístico cuando la muestra tiende a ser poco representativa desde una perspectiva numérica: Las condiciones que se requieren para aplicar hipótesis estadísticas son las siguientes: a) una gran masa de elementos, b) independencia de estos entre sí, c) el establecimiento de una relación de causalidad.

Hipótesis causal: Toda hipótesis plantea una relación funcional entre variables. Esta relación puede ser causal, cuando una variable produce un efecto determinado sobre otra variable, o correlacional (cuando las variaciones de una se relacionan de algún modo con las variaciones de la otra). En una hipótesis que sustenta una relación causal, las variables se llaman dependiente e independiente. La variable que se supone causa el efecto en la otra -manejada por el investigador-, es la variable independiente, y sobre la que se produjo el efecto es la variable dependiente. La modificación entonces de la variable independiente produce un cambio en un parámetro (probabilidad, magnitud o frecuencia) en determinada variable dependiente. Cuando se pretende contrastar una hipótesis causal, el cambio que una variable produce en otra, se deben modificar los valores de la primera variable, independiente, y registrar si los valores de la segunda variable cambian en consecuencia. Un ejemplo de hipótesis causal sería: "La rebaja del precio de las entradas a las canchas de fútbol produce un aumento de los concurrentes a los estadios".

Hipótesis correlacional: La formulación de hipótesis correlacionales supone la evaluación de la relación entre variables. La investigación correlacional tiene de por sí un valor explicativo, ya que saber que dos conceptos o variables se relacionan de determinada manera, aporta información explicativa que establece una relación entre variables (en una correlación que puede ser múltiple), sin necesidad de plantear cómo se dan estas asociaciones. En una hipótesis correlacional, por lo tanto, no importa tanto el orden en que se coloquen las variables. A determinadas condiciones de prueba o contrastación, se busca ver cómo se comportan las variables objeto de estudio.

Las hipótesis también se diferencian de acuerdo con el tipo de investigación al cual responden o desde donde son formuladas.

En las investigaciones exploratorias el objetivo suele ser más modesto en términos científicos, y se trata simplemente de obtener datos que permitan la formulación o la elaboración de una hipótesis. Por tanto, una hipótesis planteada en una investigación exploratoria puede resultar más flexible y ser un tanto menos precisa. Si bien existen metodólogos que niegan la posibilidad de plantear una hipótesis en investigaciones exploratorias -ya que al tratarse la investigación de un objeto de estudio en principio desconocido por el investigador, por consiguiente no pueden establecerse hipótesis de un fenómeno desconocido-, otros autores clasifican a estas hipótesis como heurísticas, que están propuestas con el fin de encontrar algo nuevo o descubrir otras hipótesis más generales o sugestivas. Presentamos a continuación un ejemplo de una hipótesis que se da en el marco de una investigación exploratoria que tiene como objeto de estudio a las empresas de Internet chilenas, y el volumen de operaciones que concretan a través de e-commerce, siendo la hipótesis la siguiente: "Las empresas .com chilenas no han desarrollado estrategias para aumentar el caudal de operaciones que realizan por Internet".

Las investigaciones descriptivas presentan hipótesis más precisas, y por lo general dan cuenta de diferentes tipos de relaciones. A continuación describimos en forma sucinta cuáles son las hipótesis que es posible formular en una investigación descriptiva. En principio, la relación se da a partir de determinadas características que presenta el objeto de estudio, por ejemplo, "en las zonas más empobrecidas de México hay un notorio rezago educativo y altos índices de analfabetismo". También, en este tipo de investigación, la hipótesis puede plantear una relación del tipo "X pertenece a Y o a Z". En este caso, se describe al objeto de estudio incluyéndolo en un orden superior. Un ejemplo de esta relación se manifiesta en la siguiente hipótesis: "Los funcionarios y directivos de organismos públicos en la Argentina aplican los mismos criterios y políticas administrativas en boga en el ámbito privado (las mismas recetas neoliberales)". Por último, la hipótesis de una investigación descriptiva se puede construir a partir de una relación entre variables, en una ecuación del tipo "X produce (o afecta) a Y de determinada manera", y un ejemplo de este tipo de relación planteada en una hipótesis sería "En Venezuela, el nuevo régimen aduanero y el control ejercido por las nuevas leyes tributarias reducen los casos de contrabando".

Es en las investigaciones explicativas donde resulta imprescindible formular con suma claridad las hipótesis de la investigación, dando cuenta de las variables intervinientes, su conexión y su incidencia en el fenómeno investigado. En el desarrollo de una investigación explicativa, antes de formular la hipótesis se debe evaluar la adecuación del marco teórico utilizado, asegurarse de que se hace una utilización lógica de dicho marco y tener en cuenta las técnicas de investigación a emplearse en la conformación de la hipótesis. Generalmente, al intervenir dos o más variables, en la formulación de la hipótesis se suele recurrir a la estructura "si se da tal condición, entonces se producirá determinado efecto o resultado", si X, entonces Y, bajo las condiciones R y S. A continuación, un ejemplo de este tipo de relación, que es la más compleja que se da en las investigaciones explicativas: "La situación de desempleo, el aumento de las olas inmigratorias, y la mejoría de las condiciones laborales en las Fuerzas Armadas Españolas ha provocado un aumento de los inscriptos a ingresar como soldado profesional en los últimos años".

Bibliografía

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